Adelfas

La adelfa, también llamada laurel rosa o baladre es una planta muy común de nuestros jardines, resiste mucho la sequía y requiere pocos cuidados, lo que la ha popularizado como planta ornamental o para hacer setos en jardines.

Lo que no es tan conocido es su enorme toxicidad, todas las partes de la planta son tóxicas; tallos, ramas, hojas, flores, incluso el agua que ha quedado en una maceta puede resultar tóxica si un perro o un gato la ingieren.

La planta contiene numerosas sustancias tóxicas, las principales son: Digitoxigenina, Neriina, Oleandrina y Oleondrosida. Digitálicos con efectos sobre el corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso. La dosis tóxica no se ha establecido con  claridad, ya que depende de la parte de la planta, si las hojas son secas o verdes, incluso el tipo de planta, ya que parece ser que las plantas con flores rojas son más tóxicas que las de flores blancas, pero puede dar una idea de lo peligrosa que es la planta pensar que 0.25 mg de hoja verde por kilo de perro puede resultar tóxica.

La aparición de síntomas es muy variable y pueden aparecer entre los 30 minutos y los 4 o 5 días. Los síntomas digestivos son hipersalivación, diarrea, vómitos y dolor abdominal  y son los que aparecen en primer lugar, los síntomas cardiovasculares son bradicardia, bloqueos auriculoventriculares, arritmias y asistolia y los síntomas neurológicos debilidad, letargia, temblores, ataxia y midirasis.

Sin un tratamiento rápido y agresivo la posibilidad de que esto lleve a la muerte del animal es muy alta, incluso con hospitalización intensiva las tasas de mortalidad asociadas a la ingesta de la planta son muy altas.

Nuestra recomendación es que no permita que sus animales se acerquen a las adelfas y por supuesto que no jueguen con sus ramas u hojas. Si tiene un perro o un gato en un jardín con adelfas, lo mejor es que las sustituya por otra planta menos tóxica y si sospecha que su animal ha ingerido aunque sea una pequeña parte de la planta acuda al veterinario lo más pronto posible.