La esterilización en la perra
Una de las preguntas más frecuentes en la clínica es la conveniencia de esterilizar a las perras. ¿Es beneficioso? ¿Cuándo es le mejor momento? ¿Deben tener al menos una camada? Un estudio realizado recientemente a nivel mundial viene a contestar con amplias estadísticas algunas de estas cuestiones.
Una de las cosas que ha confirmado es algo que ya se había observado en algunos estudios, la esperanza de vida de las perras esterilizadas es superior a las perras no esterilizadas. Pero pasaremos a explicar con más detalle las ventajas e inconvenientes.
La esterilización en la perra como método para resolver problemas de comportamiento, aunque ha sido ampliamente recomendada, no resulta útil. Únicamente es eficaz para resolver los problemas ligados a agresividad por dimorfismo sexual, o sea las peleas entre animales del mismo sexo. Una posible ventaja es que las perras esterilizadas sufren menos accidentes al desaparecer la tendencia de escaparse durante el celo, pero esto aún no ha sido demostrado estadísticamente.
Las principales ventajas de la esterilización en la perra son la prevención de los tumores mamarios (el tumor más frecuente en las perras. Más del 26% de las perras los acaban desarrollando), y la prevención de la piómetra, otra patología muy frecuente en perras no esterilizadas (entre un 15% y un 24% de las perras padecen una piómetra entre los 4 y los 10 años de edad), y por último los tumores uterinos y ováricos, que son poco frecuentes pero potencialmente malignos.
La esterilización de la perra hace desaparecer al 100% el riesgo de piómetra y los tumores uterinos y ováricos, y reduce enormemente el riesgo de padecer tumores mamarios, especialmente cuando la cirugía se hace antes del primer celo (el riesgo baja al 0,5%).
A pesar de estas, más que evidentes, ventajas hay algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta.
En primer lugar, la esterilización en la perra es un procedimiento quirúrgico y las complicaciones postoperatorias son posibles. Estas ocurren en torno al 6% de los casos y son generalmente leves como inflamación de la herida y problemas gastrointestinales menores, aunque también se han descrito problemas médicos mayores ligados a este tipo de intervención.
En segundo lugar, hay algunas patologías con mayor incidencia en las hembras esterilizadas. La más frecuente es el sobrepeso, que, a pesar de ser de sobra conocido y ser fácilmente controlable, sigue siendo tan frecuente que más del 30% de las perras esterilizadas presentan sobrepeso.
Otro posible problema ligado a la esterilización es la incontinencia urinaria. Este estudio indica que, independientemente a la edad que se realice la cirugía, entre un 5% y un 20% de las perras esterilizadas desarrollan incontinencia, siendo más frecuente en perras de más de 20 Kg de peso. Afortunadamente, este problema generalmente se controla muy bien con medicación.
Por último, hay una serie de patologías que han demostrado ser más frecuentes en las perras esterilizadas, estas son el osteosarcoma, el hemangiosarcoma, la diabetes y la rotura del ligamento cruzado. Estas patologías son peligrosas pero son muy poco frecuentes, ya que se presentan con las siguientes incidencias relativas: osteosarcoma (0,2%), hemangiosarcoma (0,2%), rotura del ligamento cruzado (1,8%) y diabetes (0,5%).
Todos estos estudios demuestran que el único riesgo que supera estadísticamente al beneficio de la esterilización son la obesidad y el sobrepeso, por lo que recomendamos esterilizar a las perras cuando son jóvenes y mantenerlas con una vida activa y una dieta equilibrada para prolongar al máximo su esperanza de vida.